Hay déficit de camas. Un matrimonio con Covid-19 está en la Unidad de Paciente Crítico.  Hay una posibilidad de traslado. Para uno de ellos. ¿Deben ser separados? Aquí las reflexiones frente a una difícil situación vivida en esta pandemia. ¿Cómo vivió ese momento la persona que escribe este relato? ¿Qué preguntas pasaron por su cabeza?

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Fue el primer traslado por necesidad de camas a otra región. El día jueves.  Éramos el primer Hospital en usar las redes integradas de atención en salud de las que hablaba el Gobierno, como estrategia para el déficit de camas críticas en la región.

Llegó mi colega y me dijo: “Está todo listo, vamos a trasladar a un par de pacientes desde nuestra UCI a Concepción. Está la televisión y el equipo de relaciones públicas del Ministerio aguardando.”

Recuerdo que me comentó que era un matrimonio, que estaban ambos hospitalizados en la Unidad de Paciente Crítico, pero que solo uno de ellos se iba al sur. “¡Qué triste!“, me quedé pensando. Cada cierto tiempo pensaba en ello.

“¿Por qué los médicos tomaron esa decisión?”, súper fuerte, me dije. “¡Qué difícil para ellos (los médicos) tomar esa decisión! Algún motivo tendrán. Los exámenes, el nivel de soporte ventilatorio, la cantidad de oxígeno necesaria, la gravedad. En fin, una serie de razones pueden explicar la decisión. Pero, ¿cómo se habrán sentido? ¿Alguien sabe eso? “Eso”, no se muestra en la televisión.

Por otro lado, no pude dejar de pensar si yo hubiese sido el paciente. No pude dejar de pensar si a mí me hubiera tocado ser separada de mi esposo, así, sedada, sin tener conciencia de ello.

Cuando tomamos una decisión de esa envergadura las emociones no pueden tener cabida.  Nos podrían hacer cometer un error.  Pero, ¿y si en esas circunstancias también tienen espacio las emociones?  Todos somos seres humanos,  seres humanos, cuidando a otros seres humanos, que pueden equivocarse o acertar.

Aún viene a mi mente ese caso. Me hizo pensar en lo terrible que realmente está siendo esta pandemia. ¡Solo deseo que ese matrimonio se vuelva a reunir! Los designios de Dios siempre tienen una razón. Para mí, solo un poder más grande que nuestro entendimiento o capacidades puede ayudarnos a hacer las cosas. Por lo que solo pido por esa pareja para que puedan volver a reunirse.