“Café de la Muerte”: experiencia de los organizadores
La variedad de temas abordados en los “Café” está dado por la propia amplitud del concepto de muerte, su impacto en nuestras vidas y por la modalidad abierta en la que cualquiera puede comentar libremente sus apreciaciones. Aquí nos cuentan su experiencia los ayudantes del doctor Juan Pablo Beca en el Centro de Bioética de la Facultad de Medicina CAS-UDD como organizadores de los cafés de la muerte.
Por Dominga Rodríguez y Pedro Lavín
Partimos organizando los Cafés de la Muerte incentivados por el proyecto Mokita www.proyectomokita.cl, a través del Doctor Juan Pablo Beca, nuestro tutor en la ayudantía.
Han resultado buenísimas experiencias para hablar sobre un tema tan importante y que, aunque no lo parezca, es muy amplio. Reconocemos dos grandes riquezas del café, primero, que permite que los participantes hablen abiertamente del tema que usualmente es evitado en conversaciones. En los cafés, la mayoría de los participantes reconocen en la muerte un tópico difícil de tratar y que es visto como un tema tabú.
Segundo, le abre las puertas a muchas formas de mirar la muerte, en los cafés hemos hablado de temas legales, morales, trascendentales, prácticos, del miedo que causa, de la forma en la que se enfrenta, de casos excepcionales, Covid-19, y mucho más. El origen de la variedad de los temas está dado por la propia amplitud del concepto de muerte, su impacto en nuestras vidas y por la modalidad abierta de los cafés en la que cualquiera puede comentar libremente sus apreciaciones.
Al terminar las sesiones, quedamos intrigados por algunos comentarios que nos invitan a seguir meditando sobre ellos, y con la sensación de que ojalá siguiéramos en el café pues no importa qué tan largos sean, siempre se queda algo en el tintero.