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Relatos

Sin duda hoy es más compleja la cuarentena para una mujer

Por Marcela Castillo

En mi rol de directora de la carrera de Medicina y habiendo implementado una adaptación curricular mayor para enfrentar la pandemia, quisiera compartir a través de este medio mi experiencia y satisfacción en este modelo de trabajo, conjunto entre docentes y estudiantes, por los pacientes.

Cualquier tipo de normalidad que venga en el futuro, pienso que será mucho mejor a la que vivíamos antes, ya que exploramos la flexibilidad y autonomía en la formación en esta etapa y esto aportó un valor.

Me siento muy orgullosa de la motivación, sentido de equipo, flexibilidad y del trabajo de los estudiantes de la carrera de Medicina, así como del rol de la Facultad en el aporte con ciencia al país.

En el caso de los internados, los estudiantes lograron muchos objetivos de aprendizajes para el futuro rol profesional. Algunos desde sus casas aprendiendo contenidos en profundidad y otros en la primera línea de la atención Covid en el hospital. Siempre fue evidente que realizaron sus mejores esfuerzos para lograr que todos juntos pudiéramos salir de esta crisis.

¿Qué me ha pasado a mí? Sin duda he tenido que ser más flexible que lo habitual y no ha sido fácil tener que combinar mi trabajo clínico, académico y el rol familiar. En las cuarentenas mis hijos y marido me necesitan mucho. Con todo y la discapacidad de mi hijo mayor, a quien le ha costado mucho el cambio en sus rutinas, como familia hemos salido adelante trabajando, mostrando el cariño infinito y ahorrando también. Les agradezco a ellos el respeto por mi trabajo y el apoyo total en las labores de la casa.

He descubierto que me encanta mi rol en la facultad, que sin duda hoy es más compleja la cuarentena para una mujer, y que es maravilloso tener una profesión con actividades diversas.

Puedo aportar en tareas muy diferentes cada día, algunos días viendo pacientes en la clínica y otros gestionando mil cosas, pero algunas muy entretenidas como la implementación de nuevas metodologías para el aprendizaje en los estudiantes. Hemos tenido poco descanso, pero no me quejo, más bien todo lo contrario, me siento muy afortunada con lo que tengo. Reconozco que me da miedo atender a los pacientes con Covid, pero lo hago igual tratando de que mis palabras y ojos (que es lo único que ven) los acompañen en los momentos difíciles. Extraño mucho las cirugías y sobre todo, poder ver a mis padres, hermanos y suegros.

Nuevamente he reafirmado que es muy importante ser humilde en la vida y que debo involucrarme en los procesos que quiero que salgan bien. Nadie podrá decir que no puse lo mejor de mi misma. Tengo la tranquilidad que aporté a la pandemia con este granito de arena. Cuando en unos años me pregunten dónde estaba yo en el año 2020, podré decir que estaba dirigiendo a un grupo de estudiantes y docentes de manera flexible y tratando de sobrevivir como mamá-doctora junto a mi familia.