Autor: Daniel Pla

Todo comenzó en marzo del año 2020.

Decían que era una gripe fuerte,

pero que no tuviéramos miedo,

que estaba muy lejos.

Nadie aclaraba si debíamos  o no ir con mascarilla.

“Solo deben ir con mascarilla las personas contagiadas”.

¿Quién sabe si uno está o no contagiado?

Finalmente dijeron que sí.

Y ahora, ¿dónde hay mascarillas?

Todos a buscarse la vida y a fabricarlas,

de forma casera, una mascarilla.

Pasaron los días,

con la misma mascarilla.

Por fin ¡Eureka!

Por fin llegaron a la farmacia,

las mascarillas de papel.

Mascarillas más caras que un kilo de pan

Ley de mercado oferta/demanda.

Hay todo un procedimiento para sacárselas.

Cuando llegas a casa,

primero lavado de manos,

con agua y jabón.

El tiempo que dura una canción

Cumpeaños feliz o un Padre Nuestro, por si acaso.

No nos olvidaremos.

¡Quédate en casa!

Como salgas, las penas del infierno te van a caer.

No faltan las fashion.

Las mascarillas serán parte de nuestra vestimenta.

Es importante que hagan juego,

con nuestra ropa y colores.

Para cuando llegue la nueva normalidad,

tendremos cada uno una de diseño.

Fabricada.

Llevamos meses esperando salir,

para estrenarlas.

No está claro cuántas olas serán, 

tampoco el tema de la inmunidad,

la dichosa vacuna se hace esperar.

Guarden las mascarillas por si acaso.